dislexia daltonismo
dislexia daltonismo
dislexia daltonismo
dislexia daltonismo

dislexia daltonismo

dislexia daltonismo

dislexia daltonismo

ESTUDIO REALIZADO POR Chaaban Zeidan BSc, FCOptm, MSc CLM
en 434 niños disléxicos durante 18 meses


Resumen de estudios realizados y observaciones de los filtros haploscópicos ChromagenTM como ayuda para dominar y controlar la dislexia. (Por Chaaban Zeidan BSc, FCOptm, MSc CLM) a dominar y controlar la dislexia. (Por Chaaban Zeidan BSc, FCOptm, MSc CLM)

Para muchos médicos, el término dislexia puede seguir incluyéndose entre las competencias de los psicopedagogos y no tanto entre las de los optometristas. Sin embargo, la dislexia visual ha interesado durante muchos años a científicos e investigadores, puesto que cualquier descubrimiento que resulte de ayuda para esta discapacidad visual debe ser un logro gratificante que no sólo ofrece satisfacción al médico, sino que arroja otra luz en el oscuro mundo de los pacientes.

Se han realizado numerosos intentos para comprender a fondo la dislexia. A pesar de los recursos utilizados para abordar el fenómeno, en general siguen existiendo diversos problemas: identificación de pacientes a una edad temprana, los mejores métodos disponibles para ayudar a los pacientes, formación de personal especializado en aptitudes de aprendizaje específicas, financiación para el tiempo de enseñanza adicional, integración en el plan de estudios escolar, etc. De mis conversaciones con cerca de 300 padres de niños disléxicos se desprende que éstos han recibido escasa ayuda, salvo en los casos en que el niño ha sido reconocido como disléxico (es decir, que un psicopedagogo colegiado lo ha diagnosticado como disléxico). Se necesitan muchos requisitos para que el niño sea admitido en este club exclusivo, haciendo que el sistema sea frustrante y deprimente para todos los implicados.

Mis experiencias con la dislexia visual se remontan a 1985, con la utilización de algunos sencillos ejercicios ortópticos para reforzar el ojo de referencia. Más adelante, a principios de los 90, empecé a utilizar el sistema de superposición, que mostró una sensible mejora en la velocidad de lectura.

No fue hasta 1997 cuando el creador de ChromagenTM, David Harris, me mostró por primera vez estos filtros; Harris fue el primero en utilizar el sistema, inicialmente para la mejora de los pacientes con dificultad para distinguir los colores. Después de utilizar el sistema ChromagenTM con este tipo de pacientes y habiendo logrado un gran éxito, mi interés se centró en la dislexia cuando prescribí los filtros ChromagenTM a tres pacientes que, además de ser daltónicos, también eran disléxicos. Para mi sorpresa, los tres niños regresaron seis semanas después para constatar que no sólo podían distinguir entre colores y tonos, sino también leer y escribir con mayor fluidez. Fue entonces cuando inicié una investigación que ha conducido mi carrera profesional por nuevos derroteros.

Revisé mis registros de pacientes e inicialmente recordé a 60 niños, todos ellos fueron confirmados por un psicopedagogo como pacientes disléxicos. Se evaluó la velocidad de lectura de los niños utilizando los filtros haploscópicos ChromagenTM; primero en el ojo no dominante con puntos de mira distantes y después con puntos de mira cercanos.

A continuación, se utilizaron los filtros en el ojo de referencia (dominante) realizando las mismas pruebas. Lo que buscamos son signos de mejora en la velocidad de lectura, la letra y la ortografía, utilizando los filtros ChromagenTM correctos que según los pacientes les resultan útiles. (Esta mejora puede no aparecer inmediatamente, pero debería haber una mejora notable en un período de 4 a 6 semanas).

Una vez se han prescrito los filtros elegidos, se realiza una revisión transcurridas seis semanas, y después cada tres meses. Ver al paciente con esta frecuencia me ha permitido registrar los resultados y, para sorpresa de muchos críticos, a mi entender ha demostrado que ChromaGen ha logrado algunos resultados notables en los pacientes con algún tipo de problemas de lectura o dislexia.

Llegado a este punto, es importante comprender que el objetivo del éxito puede ser en alguna fase un reflejo de las maneras en que el paciente ha intentado mejorar su rendimiento educativo y, por lo tanto, es imposible identificar que la terapia era el único medio de mejora. No obstante, en mi opinión, quienes más se beneficiaron fueron los pacientes que utilizaron los filtros para acelerar su lento aprendizaje y, como consecuencia, ahora los han combinado con otras técnicas educativas y de aprendizaje, dando como resultado logros personales satisfactorios.

Se ha recogido una significativa cantidad de ejemplos escritos y se ha medido el porcentaje de errores, incluida la precisión y la comprensión. En muchos casos, se ha observado que el estilo de escritura ha mejorado significativamente con un formato más legible.

Para investigar los patrones de lectura de los pacientes, se les mostró una serie de frases antes de utilizar los filtros ChromagenTM. Las respuestas iniciales fueron confusas. Sin embargo, pronto se estableció un patrón basado en las descripciones del texto por parte de los pacientes. Estos pacientes afirmaron que el texto tenía una tendencia a aparecer y desaparecer haciendo que reduciesen la velocidad y vacilasen. Si se presionaba al paciente para ir más rápido, se observó que éste utilizaba su canal fónico y después formaba la palabra, es decir, el paciente adopta su propia interpretación incorrecta de las palabras y el lenguaje.

Se realizaron las mismas pruebas en los pacientes tres meses después de la colocación inicial de los filtros. Esto reveló mucha menos confusión por parte de los pacientes cuando se les pedía que leyeran; de hecho, se observó una considerable mejora en la velocidad de lectura y también en la legibilidad de la palabra escrita.

Durante un período de 18 meses he explorado personalmente mi propio sistema de diagnóstico adaptado a mi interpretación de la dislexia. He colocado a 434 pacientes disléxicos los filtros haploscópicos ChromagenTM, de los cuales un 91% afirmó tener éxito basándose en comparaciones de la velocidad de lectura y aptitudes de escritura de antes de utilizar las lentes y tres meses después de llevar de forma continua las lentes ChromagenTM.

La medición del éxito de estos pacientes se indica en una escala de 0 a 10 (0 significa ningún cambio y 10 un cambio espectacular; la mejora en porcentaje se utiliza de acuerdo con 1= 10%).

De los 434 pacientes se ha llegado a la siguiente conclusión: casi el 99% informó de algún grado de éxito. Más del 91% notificó una mejora superior al 45% tras haberles aplicado la terapia durante un período de 6 meses. Los resultados fueron los siguientes:

  • 112 pacientes mostraron una mejora del 90%
  • 131 mostraron una mejora del 75%
  • 97 mostraron una mejora del 60%
  • 51 mostraron una mejora del 45%
  • 18 mostraron una mejora del 30%
  • 11 mostraron una mejora del 25%
  • 9 mostraron una mejora del 15 %
  • 5 no mostraron ninguna mejora

En mis observaciones, la totalidad de los 434 pacientes mostraban algún tipo de características "estereotipo" de una persona disléxica:

Negativismo, cambios de carácter, quejas, rivalidad entre hermanos, malos hábitos alimenticios, timidez y susceptibilidad, problemas de sueño, falta de coordinación, escaso sentido de la orientación, problemas de integración.

Casi todos los pacientes estudiados han mostrado un coeficiente de inteligencia superior a la media. Nos basta con echar una ojeada a la historia para recordar personas excepcionales que fueron conocidos disléxicos: Leonardo da Vinci, el escultor Auguste Rodin, Thomas Edison, Napoleón, Winston Churchill y el padre de la física, Albert Einstein, por nombrar algunos.

Todos los pacientes implicados en mi trabajo confirmaron que la identificación, el diagnóstico y el tratamiento están a menudo relacionados con una disciplina específica, ya sea neurológica, médica, psicológica o educativa. También sabemos que la causa principal puede ser un componente genético de tipo sexual: en la mayoría de los casos la dislexia afecta a un 10-14 % de la población y a 4 veces más chicos que chicas.

Casi el 98 % de los pacientes examinados se descubrieron debido a algún fracaso académico o a la incapacidad de mantener el ritmo de sus compañeros. Su conducta era a menudo impredecible, inmadura e impulsiva. En algunos casos, cuando se les sobreestimulaba, se volvían agresivos y destructivos. En un intento por satisfacer las exigencias de su trabajo académico, los disléxicos a menudo se inventaban la historia o las palabras a partir de la imagen del texto o a través de la pura imaginación basando su intuición en la capacidad fónica.

Según mis cálculos, más del 86% de los pacientes ya había intentado como mínimo un método para intentar remediar sus bajas aptitudes de aprendizaje y coordinación. Algunas de las técnicas usadas recibieron escaso apoyo por parte de escuelas y profesores, lo que a su vez hizo que algunos padres se cuestionasen la validez de los métodos. Por lo tanto, es fundamental saber que cada método usado para resolver la dislexia tendrá sus ventajas e inconvenientes, y la implantación y el éxito dependen en gran medida de su conveniencia y facilidad de uso por parte tanto del médico como del paciente. El éxito logrado con mi enfoque y utilización de los filtros ChromagenTM se debe básicamente a dos factores principales:

  • La prueba es fácil y rápida de realizar
  • La respuesta se consigue rápidamente (y en la mayoría de los casos es positiva)

Sin embargo, es importante constatar que, aunque los filtros ChromagenTM pueden resolver en gran medida la incapacidad, no es una cura, sino tan sólo un sistema de control. El profesor de niños con necesidades educativas especiales sigue jugando un papel fundamental para ayudar al paciente en sus aptitudes de aprendizaje en desarrollo. El hecho de que no exista en la actualidad ninguna prueba clínica y psicológica que confirme si el niño es un paciente disléxico antes de los seis años, dificulta en gran medida la aceptación de cualquier padre de que su hijo es atípico.

El patrón de personalidad que surge más adelante crea una imagen estereotipada de un niño disléxico, pero ¿cómo se puede convencer a un padre de que su hijo puede sufrir dislexia cuando éste es excelente en arte, matemáticas, etc.? Todavía es más difícil cuando el niño tiene un coeficiente de inteligencia por encima de la media.
La dislexia es de hecho una incapacidad, y se deben realizar todos los esfuerzos oportunos para ayudar al paciente a superar sus limitaciones; no importa lo pequeños que sean los éxitos, cada paso cuenta. Por lo tanto, para comprender la dislexia debemos aceptar que existe y que afecta negativamente a la vida social, académica y psicología del paciente.

El Instituto de Dislexia, psicopedagogos, escuelas, padres y, lo que es más importante, los pacientes han hecho mención en reiteradas ocasiones del éxito de ChromagenTM desde diciembre del 98, cuando empecé a utilizarlo en mi consulta. Por ejemplo, Faye Austin, una niña de once años, considerada en su momento por sus profesores una "niña difícil y un fracaso" fue ganadora del concurso de jóvenes escritores del año 98. Un niño de 13 años que se pasaba todo el recreo del almuerzo durante 3 años intentando recuperar el trabajo de clase ganó el premio de lectura y escritura de la comarca de Crick. El niño de 15 años que era incapaz de planificar su educación superior debido a su confianza en las aptitudes especiales de lectura y escritura, para informarle después de que sus capacidades están ahora por encima de la media, ha dejado de ser clasificado como disléxico. Estos son sólo algunos de los pacientes tratados durante un período de 18 meses; mediante mi estudio del sistema ChromagenTM, he podido ayudarles a recuperar su autoestima, y espero que también una oportunidad para el futuro.

Volver a Profesionales

 




dislexia daltonismo
 
Chromagen Spain
 
dislexia daltonismo
 
Calle Castillo de Peñafiel Nº 1
28692 Villafranca del Castillo, MADRID
Tel.: (00 34) 91 815 2814 - Fax: (00 34) 91 815 1990

info@chromagen-spain.com